Susana Arrechea, ingeniera química y doctora en nanotecnología, ha sido reconocida con el Premio Princesa de Girona 2024 en la categoría Social por su destacada labor en el empoderamiento de las mujeres rurales en Guatemala. Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación, en un contexto marcado por la discriminación y las barreras de género. En su trabajo, Arrechea no solo ha contribuido al desarrollo tecnológico de las comunidades, sino que también ha confrontado y desafiado las normas patriarcales que prevalecen en muchas áreas rurales del país.
Nacida en Guatemala, Susana Arrechea creció en un entorno donde las expectativas para las mujeres eran limitadas. Sin embargo, impulsada por su pasión por la ciencia y la educación, decidió romper con esos moldes y estudiar ingeniería química, un campo dominado por hombres. Tal y como cuenta El País, su talento y dedicación la llevaron a continuar su formación en nanotecnología en el extranjero, un área de estudio que la fascinó por sus vastas aplicaciones y potencial para generar cambios sociales.
De regreso en Guatemala, Arrechea se dio cuenta de la necesidad de aplicar su conocimiento científico para mejorar las condiciones de vida en las comunidades rurales, donde la falta de acceso a tecnología y educación exacerba la pobreza y la desigualdad. Con esa misión en mente, se unió a la organización SHEVA y a la red de mujeres STEM de Guatemala, donde ha liderado proyectos innovadores que buscan integrar la tecnología en la vida diaria de las mujeres indígenas, empoderándolas para convertirse en líderes de sus propias comunidades.
También cuenta Efeminista que uno de los proyectos más destacados que ha liderado Arrechea es la instalación de sistemas de energía solar en aldeas rurales que carecen de acceso a electricidad. Este proyecto no solo ha proporcionado luz a cientos de familias, sino que también ha sido un medio para desafiar las rígidas estructuras patriarcales que gobiernan muchas de estas comunidades. Arrechea relata que ha enfrentado resistencias significativas, incluso con casos donde los hombres preferían seguir sin electricidad antes que permitir que las mujeres lideraran la implementación de estos proyectos. Sin embargo, su persistencia ha demostrado que las mujeres pueden y deben ocupar espacios de liderazgo en sus comunidades, promoviendo un cambio cultural que es esencial para el desarrollo sostenible.
Tal y como explica El Español, el reconocimiento con el Premio Princesa de Girona 2024 es un respaldo a su trabajo y un llamado de atención sobre la importancia de apoyar a las mujeres en ciencia y tecnología, especialmente en contextos rurales. Este galardón no solo honra su trayectoria, sino que también subraya la relevancia de las mujeres en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) como agentes de cambio social.
Arrechea es consciente de que su trabajo no está exento de desafíos. La lucha contra los estereotipos de género y la discriminación es una batalla diaria, que requiere no solo de perseverancia, sino también de un apoyo institucional que promueva la igualdad de oportunidades. En este sentido, aboga por políticas públicas que incentiven la participación de las mujeres en áreas científicas, así como por programas educativos que desde la infancia fomenten el interés por la ciencia en niñas y adolescentes.
El impacto de Susana Arrechea va más allá de la tecnología. Su enfoque integral, que combina ciencia, educación y empoderamiento, está transformando vidas y sembrando las semillas para un futuro más justo y equitativo en Guatemala. A través de su trabajo, Arrechea no solo está iluminando hogares en zonas rurales, sino que también está iluminando el camino para que muchas mujeres sigan sus pasos y se conviertan en líderes de cambio en sus comunidades.
Este reconocimiento internacional, por lo tanto, no es solo un premio para Arrechea, sino un símbolo de la lucha continua por la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. Su historia es un recordatorio poderoso de que el talento y la determinación pueden romper barreras y transformar realidades, independientemente del contexto en el que se encuentren.
Imagen de EFE